El pasado 15 de julio se publicaron en nuestra web las bases del II Premio Esdrújula de Poesía. Finalizado el plazo de presentación de originales se ha procedido a la selección y fallo.

La selección ha tenido dos fases: una primera, consistente en una tarea de preselección a cargo de una comisión, y una segunda, llevada a cabo por el jurado, de elección del ganador de entre la relación de finalistas.

El jurado ha estado compuesto por Raquel Lanseros (ganadora de los premios Unicaja, Antonio Machado en Baeza, Poesía del Tren y Jaén), Ángeles Mora (ganadora de los premios Nacional de Poesía y Nacional de la Crítica, entre otros), Joaquín Pérez Azaústre (ganador de los premios Adonáis, Loewe y Gil de Biedma, entre otros) y Antonio Praena (ganador de los premios José Hierro, Tiflos, Gil de Biedma, Andalucía de la Crítica y de la Crítica Valenciana). Actuó como secretaria del jurado, con voz pero sin voto, Mariana Lozano, editora de Esdrújula Ediciones.

Se han elegido 10 finalistas de entre los 215 poemarios recibidos. El poemario ganador es Las costuras del hambre, de Carmen Palomo (Madrid, 1980).

 

Sobre el poemario, el jurado ha destacado:

«De una claridad capaz de realzar la belleza de su factura y envolver al lector en una atmósfera suave de musicalidad y sentido, el libro se despliega desde el fondo, desgranando verdades necesarias a la vez que transforma todas las cosas que nombra bajo una pátina de sutileza y brillo».

Raquel Lanseros

«Un libro que nos habla de amor, dolor, desazón, de la sombra que nos envuelve en el camino de la luz. Un libro que nos habla de vida nueva, la del hijo, la que una mujer da a la luz, pero en la luz también encuentra la oscuridad. Palabra que no se conforma, que busca, pese a todo, la verdad que se nos arrebata cada día en un mundo donde andamos desorientados “con la sombra en los labios” y el hambre en la nevera, batiéndonos “a muerte con la muerte”, sabiendo que es necesario crecer, buscar la luz mientras se nos deshacen, nos estallan las falsas costuras».

Ángeles Mora

«Un libro que se abre paso por las zarzas del lenguaje para arder sin consumirse. Su claridad revela un misterio para volver a introducirnos en el misterio. Claro cuando oscuro, trascendente cuando claro. Dolor y muerte -ahí su diferencia- se transforman en fogonazo, en chispa de esplender. Un triunfo de la vida y del lenguaje que incorpora el llanto y lo eleva a celebración: asombroso prodigio».

Antonio Praena

«El lenguaje sencillo se ofrece a través de la cotidianidad familiar, en una natural ausencia de artificios, para asistir al fuego verbal que se aparece debajo de su tono existencial; no como pirotecnia que busque impresionar en la lectura, sino como expresión honda de una autora que busca en la costumbre su revelación de estar viva. Desde la delicadeza de la maternidad, entendida como una forma de respiración ética, el miedo se abre paso en la breve liturgia de la perduración. Poesía comunicativa con voltaje en los dientes blancos de Dios, hermosa y clara en su tensión suave».

Joaquín Pérez Azaustre

Asimismo, por la calidad de la obra el jurado ha decidido otorgarle un Accésit a una de las obras finalistas: Huesos de Ballena, de Juan Ángel Asensio (Madrid, 1994).