Amazonas en llamas traza un mapa en primera persona que, lejos de pretender redefinir su lugar en el universo, convierte la vivencia de Arantza en testimonio de un cuerpo y una mente que dialogan con el cosmos de forma íntima y visceral. La autora, con un tono cercano y directo, parte de la precariedad que el mundo ofrece —pequeños retazos de realidad— y lo vuelca en versos donde lo simbólico y lo material se entretejen sin pedir permiso.
A lo largo de los poemas, Arantza avanza hacia un acto final de liberación marcado por el «dejar ir» y la fuerza trascendente, que es paradigmática en la obra. Sin grandilocuencias, esta incursión a través de la poesía revela la tensión entre la fragilidad humana y un hallazgo profundo de sentido, invitando a quien lee a contemplar cómo el universo nos mece.
Sergio Escribano
El dolor es como un fuego negro, de esos que no te calientan, una huella que necesita de un pie para existir. Ese pie es con el que camina esta amazona, aceptando sus sombras y portando un
corazón en llamas, valiente, corsario, arrojado a la vida.
Karma Olivié