Depurada por haber estudiado en el extranjero, Josefina Alburquerque trabaja escondida en la finca familiar de Los Cuarterones, hasta que don Leopoldo Rejón, burócrata del Régimen, llama
a su puerta exigiendo estos terrenos para la construcción de una presa. Este hecho descerraja los recuerdos de Josefina y los conflictos de su familia cerrados en falso por la guerra: un hermano santo perdido en Rusia, un amante en el exilio, un sobrino que ella se niega a reconocer… Su independencia ante todos ellos y la crudeza de sus decisiones, en un tiempo que despreciaba el valor de las mujeres, recorren cuatro generaciones de los Alburquerque, casi un siglo de la historia de España marcados por la violencia y el desengaño, pero también por la esperanza.