Preámbulos se presenta atravesado de una innegable voluntad lúdica, una propensión al juego de la que se anima a participar al lector. De una sencillez engañosa, las cinco partes que componen el poemario prueban distintas fórmulas, desde la tirada epigramática hasta la sentencia con vocación aforística, pasando por la prosa poética, llegando en ocasiones, gracias al humor, a lindar con el chiste. La obra rebosa, en cualquier caso, de potencia expresiva y capacidad de síntesis. Como reza el título de uno de los poemas, «Lo sencillo se vuelve profundo». La propuesta se complejiza también con la dialéctica implícita que se plantea con las imágenes que acompañan a los textos, en unos casos explícitamente relacionadas con el contenido de estos y en otros de una manera menos obvia, ambigua. Todo ello resulta en una creación ciertamente original y sugestiva, en la que resuena una voz poética con personalidad propia.
Jurado Premio Federico García Lorca de Poesía