La teja no es un libro más de realismo rural, sino una indagación sugerente en el yo a través de un paisaje matizado en sensoriales capas de profundidad. Desde la sutileza y una intimidad lírica que conecta el pasado, el presente y el futuro, el autor consigue extrañar un campo al que creíamos estar acostumbrados. Un libro que nos vincula a los padres de nuestros padres, pues patria es la tierra que da trigo y centeno para que nadie vuelva a pasar hambre. Volver al campo más allá de los tópicos bucólicos y dejando atrás los lastres. Una vuelta a las raíces no por delicada menos rotunda.
Rosa Berbel, Raquel Lanseros,
Antonio Praena y Joaquín Pérez Azaústre