Como Graná no hay ná

Andrés Cárdenas

Es cierto que Granada tiene una belleza casi adictiva. Lo he ido comprobando a través del tiempo. Si uno no se enamora de ella sentado en una terraza del Albaicín o paseando por el bosque de la Alhambra, mejor es que deje de intentarlo. Poco a poco, como al pintor Apperley, me ha ido ganando Granada, hasta convertirse en la ciudad que quiero y siento como si fuera mía y en cuyas manos he depositado mi destino.
Debo decir que la belleza de Granada no me ganó de sopetón, me ha ido ganado con el paso de los años, conforme he ido descubriendo lugares que no sabía ni que existían. Por supuesto que la Alhambra produjo en mí la misma sensación de los que sienten que están en un sitio extraordinario, lleno de historias y leyendas. También me ha ido ganando con el paso de los años su historia, sin duda una de las más apasionantes de toda España porque en ella se han dado circunstancias que no se han dado en ninguna otra. Que aquí hayan vivido tres culturas, que haya sido el último bastión moro o que aquí estén enterrados los Reyes Católicos son motivos suficientes para creer en el peso de los siglos.
Granada invita a sentir entusiasmo, que es vivir un amor a la vida sin ningún fundamento racional. Pasear por sus calles, entrar en cualquier monumento, es notar como sientes ese entusiasmo. Nada más poner los pies en ella entendí que estaba en el lugar correcto y en el momento exacto.

ISBN
978-84-125181-2-2
Colección
Páginas
330
Idioma
Castellano
Última edición
Abril de 2022
Formato
22 x 15 cm.

20,00 (IVA incluido)

Comprar

Encuéntralo en estas librerías

Haz click AQUÍ

Andrés Cárdenas

Ver más