De heridas, pequeñas y grandes, espinas sin rosas y rosas con espinas, familia y casas familiares, amor y desamor: desde el origen a la identidad, estos poemas comienzan proyectando en la negra pared de la noche imaginarias siluetas del deseo que el abatido niño que los habita dota de vida fantástica, extrañas escenas clavándose en los ojos visionarios de quien tiene más de un techo, hermana menor y mucha soledad.
La utilidad de la familia es el tercer libro de poemas que publica Miguel Ángel Angulo. Un libro muy especial, lleno de sutilezas y matices que nos van atrapando y sorprendiendo. Supone un magnífico ejercicio de introspección, análisis y superación, poniéndose en la piel del niño que aún debe llevar dentro, porque la niñez marca la vida. Pero también en la del joven destinado a perderse: música, interminables tardes, verano, humo. Un viaje con muchas curvas.
Mas ya en la última parte donde habita la voz del presente, la luz del recuerdo y la superación del daño («la herida es una tela más que abriga») surge un golpe de conciencia y libertad que redime y da respuesta al título. Aunque el título no parezca, precisamente, una pregunta.

Ángeles Mora