Es un regalo que puede hacerte solo la ciudad de Tánger. Y es un regalo leer este libro.
Andrés Soria Olmedo
Wenceslao-Carlos Lozano es un hispano-tangerino, lo que supone un modo muy particular de vivir lo universal. O, como dice él mismo, de «presentir la trepidante y prodigiosa diversidad del mundo». Ha escrito Lozano unas deliciosas memorias tangerinas, alejadas tanto de la pretenciosidad como del lloriqueo nostálgico, repletas de naturalidad, ternura y sentido del humor. Lugares, personajes y momentos de esa fiesta que llamamos Tánger desfilan a lo largo de las páginas de este libro cual si los contemplaras con ojos pícaros desde un café del Zoco Chico.
Javier Valenzuela
El prestigioso traductor Wenceslao-Carlos Lozano, en esta entretenida obra muy bien escrita, imposible de soltar de principio a fin, nos relata con generosidad su memoria tangerina desde los años cincuenta a la actualidad. Añade sabrosos detalles inéditos a la extensa bibliografía sobre esta inolvidable ciudad, que ha cautivado a pintores, cineastas, músicos o escritores. También interesará a los lectores su recorrido juvenil por la España o el París de esos años.
Malika Embarek López